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En el sur de las Praderas de la Eternidad, existía un infame bosque conocido por sus historias de terror. Era un lugar que pocos se atrevían a explorar, pero Marcos, un valiente guerrero de Tierras Sagradas, decidió adentrarse en él. Movido por el deber y la curiosidad, se adentró en la espesura del bosque, preparado para enfrentar cualquier peligro que pudiera surgir.
A medida que avanzaba, Marcos sintió una presencia oscura y poderosa. No pasó mucho tiempo antes de que se encontrara con Gaia, una nigromante temida por su habilidad para levantar ejércitos de muertos. Gaia estaba acampando en el corazón del bosque, preparando su magia para desatar una legión de no-muertos con el objetivo de destruir Tierras Sagradas.
Marcos, al ver a Gaia, se preparó para la batalla. Su espada brillaba con una luz intensa, reflejando su determinación de proteger su tierra. Sin embargo, antes de que pudiera atacar, Aiden, el guardián del bosque, apareció entre los árboles. Aiden, con su voz firme pero calmada, le pidió a Marcos que retrocediera. El guardián se posicionó frente a Gaia, listo para defender su bosque.
Gaia, astuta y calculadora, propuso un pacto de paz a Aiden. Le ofreció dejarlo en paz y permitirle seguir siendo el guardián de su bosque si él permitía que ella continuara con su plan contra Tierras Sagradas. Aiden, inicialmente reacio, se negó a escucharla. Pero en ese momento, sintió un poder divino recorrer su cuerpo y escuchó la voz celestial de un dios del más allá, quien le dijo que aceptara el pacto, asegurándole que todo saldría bien.
Confiando en la voz divina, Aiden extendió su mano hacia Gaia para sellar el pacto. Sin embargo, en el instante en que sus manos se tocaron, Gaia sintió que algo estaba mal. De repente, una explosión de vida emanó del pacto, reviviendo todo lo que Gaia había destruido en el bosque. La fuerza de esta explosión fue tan intensa que Gaia se desvaneció del mundo de los mortales, siendo enviada de regreso a su plano astral.
Tras este evento, Aiden sintió que su poder volvía a la normalidad. Marcos, impresionado por lo ocurrido, se acercó a Aiden y le aseguró que la voz que había escuchado era la poderosa y mítica voz de Binomo, protegiendo el bosque como parte de Tierras Sagradas. Juntos, Marcos y Aiden hicieron un pacto: Tierras Sagradas ayudaría a Aiden a proteger el bosque, y Aiden se convertiría en un aliado oficial de Tierras Sagradas.
Con nueva vida floreciendo en el bosque, Marcos se retiró, sabiendo que el Bosque Esmeralda ahora era un lugar seguro para todos los habitantes de Tierras Sagradas. Bajo la protección de Binomo y con Aiden como aliado, el reino de Tierras Sagradas se expandía por todas las regiones, llevando consigo la promesa de paz y prosperidad.
