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En los años primordiales de las Tierras Desconocidas, dos religiones principales comenzaron a tomar forma, estableciendo las bases de una era de fervor y conflicto. Por un lado, estaban los seguidores de Binomo, atraídos por su vanidad y la promesa de poder y gloria. Binomo, un ser de poder inmaculable, ofrecía a sus fieles la visión de un universo ordenado y protegido por sus artefactos místicos, como el Dragón Dorado.
En contraste, los seguidores de Gaia se sintieron atraídos por las promesas de poderes increíbles y el control de la eternidad. Gaia, con su conexión profunda con la naturaleza y la eternidad, ofrecía una visión diferente del poder, uno que resonaba con aquellos que buscaban un dominio más vasto y misterioso sobre el mundo.
Con el tiempo, estas creencias divergentes cristalizaron en la formación de dos clanes poderosos. Los seguidores de Binomo se unieron para fundar el clan mítico conocido como Tierras Sagradas. Este clan fue formado por figuras legendarias como Sigtryggr, Lord Utared, Agustín, MYMP y Pedro, quienes dedicaron su vida a honrar a Binomo. Tierras Sagradas incluía a toda la comunidad binomista de una extensa zona de las Tierras Desconocidas, consolidando su poder y su influencia.
La consolidación de Tierras Sagradas obligó a los seguidores de Gaia a unirse y formar El Imperio del Lag en honor a su deidad. Este nuevo clan buscaba contrarrestar la influencia de Tierras Sagradas y establecer su dominio bajo los principios de Gaia.
Las tensiones entre estos clanes rápidamente escalaron en guerras abiertas que duraron años, cada uno defendiendo su fe y su visión del futuro. Los fundadores de ambos clanes se convirtieron en las figuras más prominentes de este conflicto, liderando sus seguidores con una determinación feroz. Así, el albor de los tiempos en las Tierras Desconocidas se transformó en una era de guerra y lucha, marcando el inicio de un largo y complicado capítulo en la historia de este misterioso mundo.